Durante más de dos milenios, los lectores del Antiguo Testamento, las Escrituras hebreas, han interpretado estos textos antiguos como historias de Dios: una narración continua en la que Dios crea los cielos y la tierra, la vida botánica y animal y, finalmente, la raza humana. Sin embargo, una serie de anomalías en las propias historias, junto con preguntas intrigantes sobre la traducción, apuntan a otra posibilidad.

¿La Biblia y muchas narraciones antiguas de todo el mundo cuentan una historia de contacto entre la humanidad y los antiguos extraterrestres? ¿Por qué la serpiente de Génesis 3 se equipara tan a menudo con el mal, con el Diablo o Satanás? Nada en la historia de Génesis hace esa ecuación. Entonces, ¿de dónde viene esa asociación?

Estas correlaciones entre narraciones antiguas en las que nuestra memoria cultural comienza en un planeta inundado y devastado apuntan a la posibilidad de que estas historias tengan sus raíces en la memoria ancestral del cataclismo planetario más reciente de la Tierra: el impacto global del cometa Clovis, un evento de nivel de extinción a lo largo de con el trauma del período Younger Dryas Cold de hace 12.800 a 11.600 años.

Estos cambios planetarios habrían causado incendios en el cielo, congelamiento rápido e inmensos tsunamis a escala global.
Otras anomalías en las historias de Génesis plantean preguntas sobre la salida del Homo Sapiens Sapiens de la serie de otros homínidos que ocuparon el planeta Tierra en el pasado lejano.

Tradicionalmente, la historia del fruto prohibido en el Jardín del Edén se ha contado como la caída de la humanidad de un estado de inocencia. Visto en el contexto de un Elohim plural, la narración cambia, lejos de ser una caída, el conflicto se trata de una mejora de la condición humana. Pluralizar la traducción casi invierte el significado de todo el episodio.

Leer Génesis 3 como la historia de una intervención en el proceso de la evolución humana y como una actualización de la inteligencia humana replantea toda la escena, presentando a la “Serpiente” en el Edén como el “chico bueno” de la historia. Para algunos, esta es una interpretación perturbadora y controvertida. Representa un cambio de 180 grados de la lectura religiosa tradicional de esos textos.
Durante siglos la historia de Yahvé, Elohim y la Serpiente en el Edén se ha leído como un momento de la batalla cósmica entre El Todopoderoso y Satanás, una lucha entre Dios y el Diablo.

Sin embargo, los nombres Diablo o Satanás no se mencionan en ninguna parte del texto, y si esta es realmente una historia de Elohim, entonces ciertamente estamos en el reino de visitantes plurales, Poderosos, en conflicto sobre el proyecto de humanidad. Además, las fuentes narrativas de la antigua Mesopotamia, en las que parece basarse la historia del Génesis, apuntan a un marco completamente diferente...

¿Por qué, entonces, la serpiente de Génesis 3 se equipara tan a menudo con el mal, con el Diablo o Satanás? Nada en la historia de Génesis hace esa ecuación. Entonces, ¿de dónde viene esa asociación? La respuesta se encuentra en una correlación con un versículo en el libro de Apocalipsis del Nuevo Testamento.

la Biblia contiene 34 menciones de dragones. Las opciones de traducción a lo largo de los siglos han oscurecido la presencia de estos dragones en los textos bíblicos. Una palabra más comúnmente usada es serpiente. Entonces, hay muchas serpientes antiguas a las que el texto de Apocalipsis podría estar señalando.
Además, quedan muchas pistas en los textos para indicar que estas serpientes no son serpientes.
De hecho, en el libro de Apocalipsis, las palabras serpiente y dragón se usan indistintamente.

Un episodio en el que aparecen estas enigmáticas serpientes ocurre en el Canon Hebreo en el libro de Números. Habla de una época en que el pueblo de Israel se muere de hambre en el desierto y le pide comida a Moisés. Al oír esto, Yahvé decide castigar al pueblo hambriento por quejarse. Esto lo hace enviando "serpientes ardientes" para atacar a la gente.

¿Por qué se describe a las serpientes como ardientes? ¿Qué es exactamente una serpiente de fuego?
Las palabras para estas serpientes ardientes son sarafín y serafines.
El libro de Isaías describe con cierto detalle cómo eran estos serafines de fuego.

"CADA SERAFÍN TENÍA SEIS ALAS
CON DOS SE TAPARON LA CARA
CON DOS SE TUBIERON LOS PIES
Y CON DOS ESTABAN VOLANDO
ENTONCES UNO DE LOS SERAFINES VUELO HACIA MÍ
LLEVANDO UN CARBON VIVO EN SU MANO"